Vuelven potable el agua de mar a menor costo


La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) desarrolló un nuevo proceso que convierte el agua salada en líquido apto para beber, e incluso ha solicitado una patente nacional y otra a nivel internacional. 

Después de seis años de investigación en Europa y Medio Oriente, donde estudió los procesos para la desalinización de agua de mar, el profesor-investigador de la Facultad de Ingeniería Química de esta casa de estudios, Doctor Jorge Antonio Lechuga Andrade, concretó su trabajo “Desalinización de agua por ósmosis inversa usando un filtro tipo centrífugo, con generación de vórtices de Dean”.

Lechuga Andrade expuso que en su proceso, en lugar de emplear una membrana de fibra hueca, recta y estática, utiliza otra en forma de hélice, con una geometría y ensamble adecuados, a la cual se le aplica una fuerza centrífuga.
Con ello logra obtener de 40 a 50 por ciento de agua dulce y al porcentaje restante, considerado como rechazo, se le da tratamientos especiales para evitar impactos ambientales.

“Lo que hacemos es un tratamiento posterior al agua para adelgazar la salinidad, y otra alternativa es aprovecharla para obtener otros productos que se encuentran en el agua de mar y en ese proceso se obtiene energía termoquímica, que es calor, que se puede convertir en energía eléctrica, para hacer funcionar la planta y obtener la autosuficiencia”.

Con esta metodología, el especialista logró mejorar los costos energéticos y económicos al bajar de 1.10 a 0.82 dólares la producción por metro cúbico de agua tratada.

Actualmente el proyecto está en el desarrollo del prototipo a baja escala, con una dimensión de 1.50 metros de diámetro por 60 centímetros de alto y una eficiencia de producción de agua potable de 40 a 50 por ciento. Además se logró disminuir el consumo de electricidad de 2.6 a 1.5 kilowatts hora por metro cúbico.

De esta forma, su costo aproximado, considerando gastos en investigación y desarrollo, y por ser la primera construcción a escala, tendrá un valor aproximado de dos millones de pesos con los que se puede producir 142 mil litros al día. El prototipo servirá para hacer pruebas y ajustes de eficiencia en el proceso.

En México, la principal planta de este tipo se ubica en Los Cabos, Baja California, y genera 200 litros de agua potable por segundo.

La investigación, que cuenta con el apoyo del ingeniero Carlos Peraza Lizama, profesor de la misma UADY, está en proceso de patente en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.

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